Hoy se me brinda la oportunidad de hablarles a tantas mujeres que se niegan a la Custodia Compartida, una de ellas, mi excuñada:
Cuando supe que abandonabas a mi hermano, lo primero que me pasó por la cabeza, fue que pedería a su hija.
Tan sólo tenía 2 meses cuando se la arrancaste de los brazos. Nunca serás capaz de imaginar el dolor que le causaste.
A ti y a todas las mujeres como tú que os apropiáis de los hijos, os digo que voy a luchar por los tres pilares,
que a mi entender, sostienen la CUSTODIA COMPARTIDA.
QUERER
PODER
Y QUE SE LO PERMITAN
Tu exmarido QUIERE.
QUIERE cuidar a vuestra hija. QUIERE jugar con ella, QUIERE bañarla, QUIERE
pasearla,
QUIERE vivir con ella cada minuto,
QUIERE COMPARTIRLA aunque vosotros ya no estéis juntos, y sobre todo, lo que más
QUIERE,
es demostrarle a vuestra hija que jamás perderá a su
papá.
Tu exmarido PUEDE.
PUEDE cuidar a vuestra hija. PUEDE jugar con ella, PUEDE bañarla, PUEDE pasearla… mi hermano PUEDE,
dispone de más tiempo si cabe que tú para estar con ella. Desde que nació, durante los 2 meses que convivisteis,
decías que era un padre ejemplar.
¿Por qué si no vive contigo va a dejar de serlo?
QUE SE LO PERMITAS.
Es aquí donde tú pierdes toda la razón al pensar que vuestra hija está mejor con cualquiera que con su papá.
Te niegas a compartir el tiempo y dedicación, prefieres sacrificar tu vida personal y laboral,
por el mero hecho de marginarlo, apartarlo y alejarlo de su propia hija.
Así de sencillo es como yo lo veo:
Él QUIERE
Él PUEDE
PERO TÚ NO SE LO PERMITES.
Maite Mateu (Hrmna, padr separado. Presentación de ACCA 24/09/11)