Voy a contaros el porque me han prohibido ver a mis hijo.
Esto sucedió el miércoles día 6 de mayo de 2009, cuando como de costumbre recogía a los niños en el colegio, y nos íbamos al parque a jugar hasta las ocho de la tarde, hora en la que  debían de regresar con la madre. Durante la despedida  mi hija se abalanzo a mis brazos, diciendo que  no quería irse, enseñándome un pedazo de cardenal y contándome que se lo había hecho su madre el día anterior golpeándole con el grifo de la ducha; tuvo que venir la policía , la cual obligo a los niños a irse con ella, entre llantos y gritos desesperados de mis hijos yo me vi obligado a dejarlos partir. 
Ese mismo fin de semana, que me tocaba con ellos, mi hija y mi hijo me relataron lo sucedido y que no era un caso aislado, pues, había ocurrido muchas veces y que ella usaba el thrombocid para que los cardenales desaparecieran. Me vi desbordado ante lo que me estaban relatando, no sabia que hacer, ni como actuar, trate de hablar con mi ex mujer para que me explicara lo que estaba pasando, su respuesta fue, "con mis hijos hago lo que quiero y tu no te metas, no tengo porque darte explicaciones". Durante ese fin de semana, mis hijos no pararon de insistir, en que no querían volver con ella, y que estaban dispuestos a denunciarla, yo sentí, que mi obligación era ponerlo en conocimiento ante la justicia, era una situación complicada y no podía hacer lo que hubiese querido, "os quedáis con migo y trataremos de solucionar el problema", desgraciadamente las cosas no funcionan así; no tenia otra opción, mi deseo no era dañar a mi ex mujer, tampoco me podía mantener impasible ante lo que me estaban relatando mi hijos, tenia que denunciar, en nombre de mi hija, por mi hija, por mis hijos.
Al concluir ese fin de semana y por recomendación de la policía que había recogido la denuncia de mi hija, que les dijo que no tenían por que volver con su madre, ya que habían puesto una denuncia, decidí que se quedaran conmigo, por lo que, cuando llegamos al PEF (Punto de Encuentro Familiar), donde se hacían las entregas y recogidas de los menores, los niños se negaron a irse con su madre, y ese mismo PEF permitió que se fueran conmigo.  A la mañana siguiente, era lunes, lleve al colegio a los niños,  mientras, yo estuve gestionando con mi abogado lo ocurrido para que lo pusiera en conocimiento de Juzgado de Familia. 
Llega la hora de recogerlos en el colegio y cual fue mi sorpresa, que tenían retenidos a los niños a petición de la madre dentro del colegio, y no les dejaban salir, allí vinieron, como unos 15 policías entre la local y la nacional. Yo, podía ver a mis hijos desde la verja del colegio y podía ver como mis hijos pedían irse conmigo, como los sujetaban para impedirlo, fue terrible, hasta que en un despiste, los niños echaron a corre a mis brazos, en ese momento yo estaba con la policía dentro del recinto del colegio, cuando llego el Sr. Director del mismo centro y me arrebato a mi hija de mis brazos, no entendí su postura, porque había tomado partido de esa manera en contra de mis hijos,  pero al final, la policía tras charlar con ellos a solas, decidió que debían irse conmigo. No podéis imaginar la serenidad que mis hijos transmitían al enterarse que volvían a casa conmigo, pero desgraciadamente, esto no es el final de la historia, al día siguiente ocurrió lo mismo, pero con la diferencia, que la policía local exigió a la policía nacional que corrigiera lo que habían  decidido el día anterior y que los devolviera a la madre, puesto que era la persona que tenia la custodia según sentencia. No me dejaron verlos, junto con mi ex mujer los introdujeron en el coche de la policía local, mientras que la policía nacional me conminaban a que les siguiera para aclarar el asunto, una vez ahí, estuvimos tres horas, mis hijos conmigo, puesto, que no querían separarse de mi y la policía no poniéndose de acuerdo entre ellos, al final, decidieron que debían irse con la madre. A mis hijos se les callo el alma a los pies no querían, y a mi, se me escapaban las lagrimas, pero, trate de hacerme el fuerte, no quería que mis hijos intuyeran la inseguridad e impotencia que me embargaba en ese momento. tuve que permitir que se los llevaran y ahí comienza mi lucha.
Doy los paso pertinentes para remediar la situación de mis hijos, por una parte esta la denuncia que juzgados acepta a tramite por la vía penal, por otro mi solicitud ante el juzgado de lo familiar, de que se aplique el articulo 158 en amparo de mis hijos, tal y como marca la ley, nuevamente vuelven a sorprenderme, la petición es denegada por la juez del juzgado de familiar, sin argumentar ninguna razón, fue un "no" rotundo, sin mas, ante esa negativa y por recomendación  de mi abogado se solicita un cambio de medidas urgentes, para sorpresa de todos, la juez, no solo lo deniega, sino que reduce todo mi régimen de visitas que era amplísimo, a dos domingos al mes de diez a doce horas de mañana, en definitiva, me arrebata a mis hijos, el mundo al revés Sres.
Mis hijos quedan desprotegidos y desamparados y yo, su padre, no puedo poner fin a su calvario, paralelamente a este proceso lleno de absurdos, mi hija ratifica su denuncia ante el juzgado de instrucción, les dibujo la escena: a mi se me cita porque dicho juzgados considera y es de lógica, que mis hijos estaban conmigo, pero, no era así, mi hija llegaba de la mano se su madre (su supuesta maltratadora), mientras esta la arrastraba para impedir que me diera un beso, hacia ya tres meses que no podía ver a mis hijos. No quiero que olviden que venia de la mano de su madre y que a pesar de ello, mi hija se puso ante un juez para decirle "mi madre, me pega"; mi hija no hablo de cachetes en esa ratificación, hablo de golpes, hablo de puñetazos, hablo de insultos, de vejaciones y también relato el episodio de la ducha. Su madre la esperaba fuera ¿no os parece fuerte?. Al terminar, mi niña pidió a gritos verme, y entre el fiscal y los abogados que mediaron, permitieron que nos viéramos, para mi, fue un momento desgarrador, mi hija se agarraba a mi cuello con tanta fuerza, exclamaba una y otra vez, "me quiero ir contigo" no tengo palabras para explicaros lo que sentí.
Lo que sobrevino después, fue mas de lo mismo, no se si por incompetencia o por otras causas que se me escapan, nadie hace nada para remediar el sufrimiento de mis hijos, estoy luchando contra muros, que no se porque, se han levantado y detrás de ellos, están mis hijos.
En esas visitas tuteladas en el PEF, que la Sra. juez me impuso, lejos de encontrar profesionales dispuestos a subsanar esta situación, me encuentro a unos seres cerrados, posicionados, fuera del lado de los niños, que repetidamente en esas visitas, reiteran los malos tratos de su madre hacia ellos, estos profesionales no parecen querer escuchar y lo peor, pretenden obligarme a mi, a no escuchar a mis hijos.
Me mantienen al margen de sus decisiones y organizan una reunión entre mi ex mujer y mis hijos, para contarle a esta, lo que los niños estaban contando, una actitud que a mi modo de ver, es irresponsable, pues coloca a mis hijos, cuando menos, en una situación comprometida, ¿van a estar ellos, esa noche en casa de mi ex mujer, cuando les reprenda y les recrimine por sus palabras ? y aun así mis hijos no dejaban de decir lo mismo.
 Tengo que decir, que en ningún momento, me he sentido apoyado o ayudado por este centro, que se limitaban a exigirme no hablar de esos temas, pero, ¿cómo puedo hacer oídos sordos, cuando en dos escasas horas, mis hijos no paran de comentarme lo que su madre les hace, y dice?
Esta situación incomodaba al centro, no me pregunten por que, incomodaba a la juez, tampoco lo se, lo único que se, es que un día, me dijeron que se habían acabado las visitas. 
De todo cuanto estoy diciendo, tengo grabaciones que demuestran que no estoy mintiendo y que la juez, lejos de querer escucharlas me obliga a dejar de grabar, sintiéndome ante todo, indefenso frente a este abuso y vulnerado en todos mis derechos, me están obligando a no poder cumplir con mi obligación de padre, que es, velar por el bienestar y seguridad de mis hijos.
Mientras, la ley parece estar hecha de compartimentos estanco, en el proceso penal que lleva la denuncia de mi hija, el juez dice, ante la petición de mi ex mujer de archivar el caso, que no a lugar y decide mantenerlo abierto, exponiendo, que ve claros indicios de supuesto delito de maltrato y que el proceso debe seguir  adelante;  también en este transcurso de tiempo, mi ex mujer ha sido condenada por maltrato a otro menor,  repito condenada, de todo ello, la juez de lo familiar es informada rigurosamente por mi abogado, ¿y que hace la juez? ignorar, ignorar.
Y ahora la guasa: mi ex mujer solicita salir del país destino Argelia, su país natal, y pese a existir un acuerdo de divorcio, en el que ninguno
podemos sacar a nuestros hijos fuera del territorio nacional, sin el consentimiento expreso del otro, va dicha juez  y decide: que no habiendo yo aportado ningún argumento de peso, cosa que es incierta, si no es argumento de peso, que haya un juicio pendiente en contra de ella de malos tratos hacia su hija, mas la otra condena que ya es firme, pues, no se que le hace decidir a esta juez, que la salida del país de mis hijos, es altamente positivo para ellos.
Mi situación actual, no puede ser mas desesperada, seis meses sin poder ver a mis hijos, y ni siquiera puedo hablar por teléfono con ellos, la madre no coge mi llamadas, ni siquiera, para comunicarme si mis hijos están bien, y aquí la ley no actúa.
Quiero que se fijen en las fechas, todo esto comenzó  el 6 de mayo de 2009, llevamos así año y medio y nada ha cambiado, bueno si cada vez que cambia es para peor.

Sinisann http://sinisann.blogspot.com/